Fueron siete kilómetros de sonrisas, adrenalina entre niños, docentes, deportistas paralímpicos y directivos que ven en el deporte un vehículo para cumplir sueños y transformar vidas.

En el municipio de Guamal, en el departamento del Meta, el equipo directivo de Ecopetrol Meta, el equipo directivo y deportivo de la Fundación Colombianitos lideraron una divertida ruta ciclística en compañía de los famosos deportistas paralímpicos “Mocho Man” Juan José Florián y el Sargento Francisco Pedraza.

La jornada tenía como objetivo reflexionar sobre el rol del entrenador en el desarrollo de las habilidades deportivas, el fomento de habilidades para la vida de los niños y presentar a los reconocidos ciclistas paralímpicos como los nuevos embajadores de la Fundación Colombianitos.

“Queremos enviarle un mensaje a nuestros Colombianitos para que no limiten sus sueños, la limitación está en la mente y no en el cuerpo, con los nuevos embajadores queremos motivar a los niños a través de grandes historias de vida y superación”, aseguró Gladys San Miguel, directora ejecutiva de la Fundación.

El soldado Juan José Florián perdió tres de sus extremidades por culpa de una mina antipersonal, desde entonces se aferró a los pedales de una bicicleta y el Sargento Francisco Pedraza Osorio perdió sus piernas hace cinco años en un campo minado en las selvas del Caquetá. Estos dos admirables exmilitares dedicaron su vida a defender y cuidar de nuestro país.

De la mano de Ecopetrol en el Meta, la fundación Colombianitos trabaja con 10 instituciones y 47 sedes educativas cuyos beneficiarios son 7250 niños.

Según María Cristina Bejarano, Líder de Gestión Social de Ecopetrol en el Meta, el convenio con la fundación que cumple tres años, busca en el deporte un vehículo de transformación social, que enseña disciplina, valores, trabajo en equipo y competencias ciudadanas.

La Fundación Colombianitos lleva 19 años trabajando por niños, niñas y adolescentes. A través de sus programas han transformado la vida de 142.543 niñas, niños y adolescentes, 9.727 padres de familia y 1.759 docentes en territorios en Boyacá, Cauca, Valle, Cundinamarca, Santander y otros lugares duramente golpeados por la pobreza y la desigualdad.